El Todo en todas las partes
La mente busca identificarse con algo constantemente y al hacerlo se torna selectiva, de hecho es selectiva por naturaleza. No obstante, con cualquier cosa que se identifique no será real, porque es incompleta, restrictiva, toma una parte del todo. La mente no sabe lo que sabe, porque no lo observa, lo obvia. Saber y sabor tienen la misma raíz etimológica; sabe –pues- el que conoce el sabor de las cosas. Y ese sabor se experimenta, se prueba; y de esta forma es como se adquiere el conocimiento. En toda acción hay el sabor del conocimiento al atender claramente al movimiento que conduce del observador hacia lo observado, comprendiendo su no escisión, es decir, mediante la atención a la propia experiencia y su integración de la multiplicidad consecuente –o no dualidad- de los hechos o fenómenos acontecidos. Vemos así que toda diferencia conforma un todo global, una unidad mayor, una plenitud inherente a su diversidad aparente, al igual que fonemas distintos constituyen una unidad de sent...