Al fin
Al fin vi la transparencia, el gesto exacto, la mirada primera. Al fin toqué el tacto preciso de la luz. Las estrellas eran dentro, el sol, los instantes... Dentro de un vacío de noche eterna. Al fin toqué la noche del amor, el misterio que daba lugar al amanecer de mis ojos. La cama estaba vacía, llena de inmensidades sin forma, llena de prefijos y arcanos de cuerpos inacabados susurrando un comienzo. Al fin sentí tu tacto, tu caricia, tu vendaval infinito de amor. Al fin sentí tu noche en mi día sin hacerse, en mi hueco preparado para el milagro. Y entraste, me amaneciste con un suspiro, con un abrazo de océano y de cielo sin confines, y el corazón se postró silencioso y la ausencia se tornó privilegio de tu llegada, dicha regalada para nadie. Y al fin, vacío de mí, pude contenerte...