No dualidad
Sin dos, sin palabras, sin conceptos. En la no mente la totalidad descansa, callada, pacífica, no nacida, sin opuestos. Unidad que todo lo abarca y nada reclama, original, intocada, sin nombre, ni forma o cualidad. ¿Aquello que no tiene opuestos a qué puede oponerse, qué límites encuentra, qué obstáculo le puede acontecer? La verdad de esta conciencia pura es amor, amor de nadie y hacia todo, como un sol cuyos destellos iluminan este ser que amanece y que permanece iluminado por sí mismo, en su original amor de ser, en su conciencia universal dadora de vida y ausente de dualidad.