Ser de amor eterno


Escucha en el silencio a tu ser hablando, su elocuencia es infinita, su lenguaje es del amor y su ritmo es armonía, paz entera llamándote en lo íntimo, en el corazón. Tu ser es la respuesta que late con fuerza, el origen de todo este mundo. Ese origen, ilimitado, sin forma, trascendido de todo, se expresa en el silencio más reposado, en el espacio más sereno, ese que es capaz de nacer desde tu corazón en su calidez más honda.

Escucha esa voz callada, observa cómo te susurra sus ecos de eternidad. En ese silencio profundo de conciencia ves lo que eres, ves tu esencia no nacida, inmaculada, absolutamente perfecta por siempre, completamente en paz como un niño en su sueño profundo, absorto en la quietud de su calidez angelical. Siente esa voz eterna, la de tu ser, la que siempre es, la que nunca ha nacido y nunca puede morir. Aquello que nunca ha nacido tiene la cualidad de la eternidad, mora más allá del tiempo en un no lugar. Observa ahora esa paz absoluta, no sometida al tiempo, a las limitaciones, a las formas que nos separan, al tú y al yo... En esa paz nunca hay dos, todo es no-dos, todo es uno, unidad onmiabarcante.

Qué bello es el susurro de ese silencio eterno acariciando nuestro ser, llevando al corazón a su región luminosa nunca diferenciada, nunca extraña de sí misma, en todo momento en una intimidad desbordante, amorosa, perfectamente hallada.

Escucha en el silencio a tu ser hablando, en su lenguaje callado de amor y eternidad.

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