Técnica de meditación energética
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Técnica de meditación energética (vista ampliada en Scribd.com)
TÉCNICA DE MEDITACIÓN ENERGÉTICA por José Manuel Martínez Sánchez En esta meditación vamos a tratar de conectar con dos cualidades interiores principales, la atención y la relajación. Además, tendremos en cuenta otra cualidad fundamental, nuestra energía vital y el desarrollo o potenciación de la misma. Se tratará de conectar con nuestra energía a través de la respiración para fomentar un estado de profunda relajación y de atención, lo que nos devolverá vitalidad y una maravillosa sensación integrada de armonía y plenitud. FASE 1. La conexión Tumbados o sentados, en una posición en la que nos sintamos completamente relajados, siempre buscando que existan las menores tensiones posibles en nuestro cuerpo, empezaremos por conectar con la respiración a través del contacto de la misma con nuestras fosas nasales, es decir, observaremos la sensación táctil de la respiración, tanto en su entrada con en su salida del aire. En esta primera conexión táctil con la respiración no tendremos que hacer nada en especial. Sentiremos cómo el aire entra sencillamente penetrando por todo nuestro cuerpo, en la inhalación, y cómo sale por el mismo causándonos una agradable sensación de vaciamiento, de descarga de las tensiones físicas y mentales. En la inhalación nuestra sensación será, por tanto, de intensa plenitud, en la exhalación, de intensa descarga y alivio al soltar las tensiones. Si nos surgieran pensamientos, bloqueos, cualquier tipo de distracción, no hay que preocuparse, muy pausadamente, sin añadir tensión alguna, volveremos a esa tarea de conexión con nuestra respiración. Podremos visualizar la respiración como si fuesen las olas que produce el mar en un día de marea calmada y placentera, tal que la respiración fuera esas olas sobre las que flota nuestro cuerpo y se deja llevar armónicamente. Observaremos todo nuestro cuerpo en general, siempre a partir de la entrada y salida del aire por las fosas nasales, y poco a poco iremos sintiendo cómo el aire penetra y sale por todos los poros de nuestra piel, por todos los órganos de nuestro cuerpo. El aire nos sana, relaja, invade de dicha, es como un alimento energético que nos trasporta a una comprensión plena de nosotros en este estado meditativo. Estaremos de 3 a 5 minutos en esta primera fase. FASE 2. Tomar y soltar el prana El prana es la energía que absorve nuestro cuerpo para vivir, es, en definitiva, el aire vital del que nos nutrimos. Al tomar conciencia de este hecho, que se manifiesta en la respiración, ampliamos nuestra capacidad de absorver con mayor profundidad y enriquecimiento este aire vital. Por tanto, a continuación vamos a
TÉCNICA DE MEDITACIÓN ENERGÉTICA por José Manuel Martínez Sánchez En esta meditación vamos a tratar de conectar con dos cualidades interiores principales, la atención y la relajación. Además, tendremos en cuenta otra cualidad fundamental, nuestra energía vital y el desarrollo o potenciación de la misma. Se tratará de conectar con nuestra energía a través de la respiración para fomentar un estado de profunda relajación y de atención, lo que nos devolverá vitalidad y una maravillosa sensación integrada de armonía y plenitud. FASE 1. La conexión Tumbados o sentados, en una posición en la que nos sintamos completamente relajados, siempre buscando que existan las menores tensiones posibles en nuestro cuerpo, empezaremos por conectar con la respiración a través del contacto de la misma con nuestras fosas nasales, es decir, observaremos la sensación táctil de la respiración, tanto en su entrada con en su salida del aire. En esta primera conexión táctil con la respiración no tendremos que hacer nada en especial. Sentiremos cómo el aire entra sencillamente penetrando por todo nuestro cuerpo, en la inhalación, y cómo sale por el mismo causándonos una agradable sensación de vaciamiento, de descarga de las tensiones físicas y mentales. En la inhalación nuestra sensación será, por tanto, de intensa plenitud, en la exhalación, de intensa descarga y alivio al soltar las tensiones. Si nos surgieran pensamientos, bloqueos, cualquier tipo de distracción, no hay que preocuparse, muy pausadamente, sin añadir tensión alguna, volveremos a esa tarea de conexión con nuestra respiración. Podremos visualizar la respiración como si fuesen las olas que produce el mar en un día de marea calmada y placentera, tal que la respiración fuera esas olas sobre las que flota nuestro cuerpo y se deja llevar armónicamente. Observaremos todo nuestro cuerpo en general, siempre a partir de la entrada y salida del aire por las fosas nasales, y poco a poco iremos sintiendo cómo el aire penetra y sale por todos los poros de nuestra piel, por todos los órganos de nuestro cuerpo. El aire nos sana, relaja, invade de dicha, es como un alimento energético que nos trasporta a una comprensión plena de nosotros en este estado meditativo. Estaremos de 3 a 5 minutos en esta primera fase. FASE 2. Tomar y soltar el prana El prana es la energía que absorve nuestro cuerpo para vivir, es, en definitiva, el aire vital del que nos nutrimos. Al tomar conciencia de este hecho, que se manifiesta en la respiración, ampliamos nuestra capacidad de absorver con mayor profundidad y enriquecimiento este aire vital. Por tanto, a continuación vamos a
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