El gran hallazgo del espíritu Hubo un día en que el ser humano descubrió el hallazgo más importante de su historia. Aquello que encontró no estaba fuera, en algún lugar perdido, sino dentro de él. Además, por encontrarse dentro también descubrió que eso no era distinto de él en nada. Él era eso. Él era, más allá de toda apariencia, espíritu. Junto a ese hallazgo, inigualable, revelador de su identidad real, comprendió que no sólo se encontraba dentro de él sino en todas las cosas y en todos los seres. El espíritu era la esencia de todo, la razón y vínculo con lo real, con la verdad, con la naturaleza fundamental de la que estamos hechos y que universalmente compartimos. El gran hallazgo del espíritu trae consigo una estela de amor sin fin. La conciencia de ser, de saber que estamos hechos exactamente igual sin diferencia que todas las cosas del universo, nos traslada hacia un inconmensurable y bello sentimiento de unidad con todo. Nunca estuvimos separados de nada, ni de l