Volver al ser
En circunstancias difíciles, de incertidumbre y de miedo, es más imprescindible que nunca recordar quiénes somos: ese ser inmutable y eterno sin condicionamientos externos. Cuando la mente se desborda de preocupaciones, temores, ansiedad e incluso desesperación… conviene recordar hasta qué punto somos testigos ecuánimes de ello y optar por no identificarnos ni apegarnos al sufrimiento aparente que la mente proyecta. Surgen juicios, proyecciones, sensaciones de descontrol, de inseguridad… pero todo ello forma parte de la película de la vida en la que la conciencia, aquello que verdaderamente somos, puede presenciar sin apegarse. La conciencia no niega lo que sucede. Lo vive, lo presencia... No se evade. Pero no ignora al espíritu en pos de la aparente realidad que el ego y el miedo interpretan. Conviene -por tanto- conectar con el momento presente que, desde el silencio, no sabe nada del mundo, no juzga, no interpreta… Es una llamada para regresar a ese ser silen...