Instante de presencia
Sólo es necesario un instante para ver nuestra naturaleza real, pues es presente puro, presencia sin sujeto ni objeto. Un instante sin mente, sin cabeza, sin pensamiento. Un instante solamente, más allá de la linealidad del tiempo. Un instante sin principio ni fin. Un instante siendo en un ahora oceánico, desbordante e inmenso, unificador.