El maestro interior
El maestro interior, es decir, uno mismo, sabe –ante todo- que su relación con Dios –en última instancia- ha de ser directa, sin intermediarios. Esto puede darse como examen de conciencia, experiencia mística, revelación, intuición; o de otras múltiples formas. De esta manera, llegará a una conexión más pura con la verdad. El maestro interior tiene la última palabra. Él es quien procesa la información obtenida, él es quien interpreta, capta, concibe la verdad que le han intentado trasmitir. Él es el único que puede tomarla como verdadera o dejarla a un lado. Su conciencia. Pero quizá no convenga distinguir entre tú, yo, el otro… pues todos somos uno, el Uno. “Sólo aquello que el Uno quiere puede ser en verdad agradable para cualquiera”, dijo Krishnamurti. No importa si yo me equivoco o si es el maestro “exterior” quien se equivoca. O si yo acierto o mi maestro acierta. Se trata –únicamente- de ver claramente, de distinguir lo real de lo irreal. El verdadero maestro es Yo, Brahman.