No hay hacedor
No hay esfuerzo en la meditación. Al ver esto, la luz aparece sola. Sólo sé consciente de ti, respira, observa todo tu ser, déjate llevar, sencillamente, de forma natural, y todo llega. A veces sentimos que conocerse a uno mismo puede resultar una tarea ardua y costosa, pero es precisamente todo lo contrario. Cuanto más impedimentos pone nuestra mente, más nos alejamos de esa sencilla realidad que consiste en establecerse únicamente en el ahora con todo el ser. No tenemos que hacer nada, la vida funciona sola, hagamos o no hagamos lo que pensamos que tenemos que hacer, el hacer es sólo una ilusión que creemos realizar, es la ilusión del ego, la de un ‘alguien’ que realiza.
El ser siempre está ahí y observarlo, sentirlo, respirarlo, es ya la mayor realización. Posiblemente somos muy exigentes, se espera una trasformación radical, unas circunstancias completamente idóneas para lograr el anhelo de la felicidad, pero todo eso no es real: la única cosa idónea es que tú estés presente en este momento, despierto en ti mismo y consciente de lo que sucede. Si eres consciente, eres libre; y si eres libre nada te puede impedir ser lo que eres: ahora, aquí, en este preciso momento.
Comentarios
en este instante
nubes naranjas.
Un saludo.
Parece inevitable que si somos una sociedad que acumula toneladas de imaginación, que luego no actualizamos - haciendo de la imaginación un fin y no un medio - cualquier momento de tranquilidad, suela ser el momento que aprovecha la Vida real para traer a la luz toda esa confusión, por tanta vida imaginada acumulada de la que jugamos a no responsabilizarnos. Y que al aflorar, parece hará inicialmente árdua la meditación.
Sugiero a la gente que no se desanime por lo que aflora al comienzo. La meditación, nos hace agudamente realistas de la realidad y bendito realismo, el que nos exige primero barrer la casa prestada.
Un saludo,
Agustin
todo está ya hecho, todo está bien, todo es ahora
En esta calma tranquila, te deseo felices sueños y de nuevo gracias, amigo