Presencia plena

Cuando la mente se desvanece como un suspiro en el tiempo, la eternidad acontece, el no-tiempo, el instante sin lugar, la presencia plena de lo que es. Y entonces, una brisa de amor aparece, un momento de inocencia incapaz de ser atrapado por el lenguaje. Pues es otro lenguaje el que lo nombra: el lenguaje de la belleza, del corazón, de lo sin nombre. 
No hay palabras para expresar ese no saber sabiendo, esa trascendencia sublime que nos contiene, ese Ser que somos, que habita en la Verdad desnuda, en el Amor fresco y naciente de nuestra propia esencia.

Comentarios

Nadie ha dicho que…
Namaste. Fantástica entrada. Emajo!
Anónimo ha dicho que…
Gracias por prestarte a ser el instrumento de Dios, del Amor, para que estas palabras lleguen a lo más profundo de nuestro Ser, dejando deliciosa quietud y paz. Namaste
Es tan maravillosamente exacto lo que dices en esta entrada que a veces uno no se explica como todo el mundo no hace lo posible por vivir lo mismo.
Sigue como testigo de la verdad oculta. Seamos más cada vez.
Un abrazo.
Unknown ha dicho que…
Que bonito !!!

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