No dualidad
¿Quién soy yo? Yo soy el que observa y lo observado es lo que soy. No hay separación, todo es conciencia. Asimismo, la conciencia no depende de lo observado ni del observador para existir, no se fundamenta en ello. Descansa sin mácula en la imperturbabilidad. Es su naturaleza ser libre: es la libertad; en su intocada, atemporal y lúcida transparencia. No está atada a ningún objeto concreto de la percepción, sino que es la revelación de la totalidad. Y esa apercepción es la del ser, la del instante, de donde surge el fulgor de la conciencia ilimitada, aquí y ahora, en la conciencia de “Yo Soy”. ¿Y dónde se encuentra ese conciencia original, libre y completa? No hay que buscarla -el movimiento aquí no tiene lugar- solamente hay que presenciarla, pues está aquí mismo, donde tú estás. Esa conciencia eres tú.
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