Cuando la mente se rinde, y ya no busca nada a lo que asirse constantemente, experimenta el gozo del silencio, descansa en él sin nada más que quiera alcanzar. Y ahí, rendida pero victoriosa, encuentra al fin su plenitud.
El silencio se esconde entre las ramas como una brisa de aire misterioso. Mi voz lo busca pero no responde. El silencio solo sabe de silencios, pero en esa callada respuesta los sentidos despiertan y los misterios que guarda el corazón resuenan y hablan. El silencio me abraza como un soplo de amor habitando el espacio de presencia. Una presencia que es luz, profunda verdad que no clama palabras para sentirla dentro. Solo un susurro, como una hoja llevada por el viento que el aire acaricia.
Instante Agua que recorre mi piel Respiro El sol amaneciendo En mi imperturbable soledad Soy éter de luz Enigma del ahora Sin nombre En el bosque me reconozco Encuentro mi nombre Sin nombre No soy Me llamo nadie Me llamo enigma Me llamo sueño Luz Vida Silencio Silencio eterno Una voz que calla Y es música Un cuerpo que flota Y es rastro Del misterio Soy lo que no puede ser nombrado Soy la voz que duerme En el sereno brotar Del arroyo Soy el no nacido Que sin ser toma conciencia Y guarda silencio Como luz tenue Que inaugura el sereno comienzo Del sueño profundo Donde no soy Y el no saber Me alcanza Y me abraza Por siempre
Comentarios
Muy bello ,gracias amigo
un abrazo.