Percibe todo tu cuerpo, tu respiración y el lugar en que te encuentras, sin juicios, sin análisis, nada más que con el único objetivo de observar con inocencia lo que ahora mismo puedes percibir. La vida no debería reducirse a un programa que repetimos cada día, sino que sería preciso valorar el espectáculo de la conciencia que supone. Un acontecimiento que puede ser pasado por alto, distraídos o aferrados al ruido mental, o bien ser sentido como presencia pura y natural, con total apertura a lo que Es. Este es el verdadero acontecimiento de la vida. Ser presencia desde una claridad y apertura amorosa sin otros añadidos; sin pasado ni futuro, en este momento único en que la vida proclama, al vivirla plenamente consciente, que Eres.
Cuando la paz se establece el tiempo se disuelve, solamente existe el eterno ahora, la dimensión sutil del corazón expresándose mediante el soplo de vida. Cada respiración es un baile interno del alma con el mundo entregándose en unidad al ritmo viviente del ahora.
Cada paso es certero al sentir el latido del corazón cerca. Hacia el ser desde el ser, el juego cósmico de buscar lo que ya tenemos; o de verlo, tocarlo, sentirlo y abrazarlo en infinitas formas distintas. Debajo de todas las capas la esencia única del amor creador...
Comentarios
Totalmente de acuerdo.
Saludos.