Más allá de la conciencia

Los deseos de la mente no son tus deseos. Puedes observar a la mente proyectando deseos, carencias, ilusiones, planes de futuro, dudas... Puedes observar a la mente sin identificarte con ella, como un testigo impersonal que a nada se aferra. La naturaleza del ser es la conciencia impersonal que a nada se aferra. Por ella todo surge, pero nada la condiciona. Nada la toca, y por ello es perfecta. Sin dualidad. Sin identificación concreta. Siendo todo y nada. Tú eres el Ser. Tal conciencia perfecta. Y más allá de la conciencia todavía. Tú eres lo Absoluto.

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