Te entrego un silencio en el instante mágico    una mirada que hable torrentes de amor   un océano en mi beso para bañar tu boca   y estremecer tu alma   Te entrego un corazón sereno   que acaricie el tuyo   y te ame con latidos infinitos   En la caricia y en el aroma el amor se dilata,   crece y se alarga entre instantes eternos   penetrando a lo sagrado   Mi cuerpo se funde con el tuyo   creando un solo cuerpo   jugando más allá del tiempo y de la mente    mirando a lo divino en la verdad del ser entregado    El olor de los bosques, de la piel, del viento    y del incienso, de los ríos desbordantes...   todo es melodía de amantes, de eternidades...   Y nuestros cuerpos se rozan, se acarician    en la meditación del tacto y del aroma,   en el tantra del corazón profundo    que sabe que dos cuerpos mortales,   cuando se aman y vuelan,   son avatares y dioses    Vídeo-poema:       
 
Comentarios