Meditación y presencia consciente
La meditación es el instante consciente. Es ser consciente, asentarse en la presencia de testigo, viendo cómo vienen y van las olas de la vida.
Aceptando y fluyendo con los movimientos, abierto y receptivo a esas vibraciones del momento presente que nos desvelan la vida y sus misterios, misterios que siguen siendo eso: misterios... y esto es precisamente lo que no deja de alumbrar la sorpresa de los instantes, el amor que los contiene.
Aparece esa comprensión fruto de caminar en la impermanencia, al quedarse desnudo ante lo que sucede, lo que es único en este instante y eterno por ello. Sin pasado ni futuro, inocente.
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